Aspectos a tener en cuenta a la hora de realizar vídeos

El contenido audiovisual en las redes sociales en concreto y en internet, en general, es la herramienta que tiene un mayor éxito entre el público que navega por la red. Un alto porcentaje de los contenidos que se consumen son vídeos. Esta circunstancia es tenida en cuenta por colectivos, empresas o asociaciones que optan por este formato comunicativo para trasladar información.

Los vídeos corporativos tienen diversas funciones. Algunos formatos buscan vender un producto (captar clientes), otros buscan fidelizar a los seguidores, también los hay que sirven para establecer una relación de confianza entre el emisor y el receptor o para fortalecer el carácter de referente y de fuente de información fiable en la actividad que se
realiza.

Pero el trabajo y el esfuerzo realizado durante el proceso de grabación y postproducción de un vídeo reducirán el efecto que se pretende conseguir si no se tienen en cuenta algunos aspectos fundamentales. En primer lugar, hay que planificar el mensaje que se quiere transmitir. Para ello, hace falta un guión en el que se recojan las ideas principales. No podemos empezar a grabar sin tener una estrategia elaborada.

El mensaje que queremos promover tiene que estar relacionado con nuestro público y target y, además, ha de ser claro y conciso, para no despistar al receptor. No son necesarios comunicados o vídeos con mucho minutaje para conseguir el objetivo. Seguramente, esta práctica reduce la posibilidad de tener el efecto deseado en el receptor. En redes sociales, el metraje no debería pasar de los 60 o 90 segundos para tener cierta efectividad.

Otra materia a tener en cuenta son los aspectos técnicos. Lo más importante es que la imagen y el sonido sean, por decirlo de alguna manera, impecables, ya que el hecho de que el documento sea poco audible o haya deficiencias en la imagen, puede provocar cierto descrédito entre nuestro target. Por ello, es necesario mimar los detalles del proceso de grabación, aunque se trate de vídeos con un formato más casero o grabado
con el móvil.

Tampoco es necesario abusar de recursos técnicos como un exceso en los efectos de post-producción, que pueden favorecer la distracción del receptor ante el mensaje que queremos dar, en lugar de captar su atención. Lo importante es el mensaje, que debe de ser atractivo.

Si cuidamos todos estos apartados, necesarios a la hora de realizar contenido audiovisual, ya tenemos bastante trabajo encauzado. El siguiente paso es cuidar su difusión las redes. Pero ese ya es otro tema.